viernes, 27 de noviembre de 2009

Boyacá: un sector externo atrofiado


Boyacá: un sector externo atrofiado

Edilberto Rodríguez Araújo (Profesor de Escuela de Economía de la UPTC)

palimpsesto21.blogspot.com

Pese a las triunfalistas declaraciones del equipo económico gubernamental la tan esperada reactivación aún no llega. Mes tras mes las cifras revelan que el desempeño de los principales sectores económicos sigue en caída libre. A ello no escapa el comercio exterior en el que en lo transcurrido del año (según las estadísticas del Dane a septiembre de 2009), las exportaciones experimentaron un bajonazo de -18,5 por ciento, siendo más acentuado este descenso en las ventas externas de productos tradicionales (petróleo y sus derivados) que en los no tradicionales (confecciones, particularmente). Del lado de las importaciones la contracción fue similar: - 18,7 por ciento, atribuida a la merma en las compras externas de vehículos y autopartes, productos de fundición, hierro y acero, entre otros. Como resultado del declive con los principales países de origen y destino de su intercambio comercial (Estados Unidos, Venezuela, Unión Europea, principalmente) las cuentas del sector externo, que bordean los 24.000 millones de dólares, son deficitarias.

Si eso acontece a nivel agregado, a escala departamental la situación no varía sustancialmente. Boyacá, cuya participación en el comercio exterior colombiano es residual, pues, aduras penas, alcanza el uno por ciento, pese a que en la última década el tamaño de las ventas totales ha crecido aceleradamente hasta situarse en cerca de 330 millones de dólares. Sin embargo, en lo corrido del año el derrumbe ha sido dramático. Las exportaciones no tradicionales, que copan al mitad de la oferta exportable, se redujeron en 52,3 por ciento, en tanto que las importaciones cayeron en 41,8 por ciento, reflejo del quiebre de la tendencia observada hasta el 2007 cuando la balanza comercial boyacense era de signo positivo, a partir de ese año ha sido deficitaria.

Las posibilidades de una mayor apertura de la economía boyacense, para reducir su aislamiento de la economía internacional, giran alrededor de las oportunidades de recomponer tanto la canasta de bienes y productos exportables como la diversificación de sus socios comerciales. En efecto, mientras el 99 por ciento de las ventas externas provengan de las esmeraldas, hulla y carbón coque, el intercambio comercial seguirá atrofiado. De igual manera, la búsqueda de nuevos mercados hará menos vulnerable el comercio, que en este año se ha concentrado en países como Brasil (46,7 por ciento) y Estados Unidos (25,8 por ciento). A pesar de que la estructura de las importaciones es muy dispersa en los últimos años, aunque parezca paradójico, la chatarra (reciclaje) y productos metalúrgicos han dominado el escenario de las compras.

Resulta sorprendente, además de un indicio de las oportunidades existentes, que en 2009 el principal proveedor Boyacá era la China (30,3 por ciento), acompañada de Brasil (18,0 por ciento) y Estados Unidos (10,2 por ciento). Una mayor y mejor inserción de Boyacá en los mercados mundiales depende de la identificación de nuevos nichos, a la par que de productos innovadores, distintos a los originados en la extracción de minerales.

PUNTO FINAL: La casta parlamentaria boyacense, permanentemente, es protagonista de macondianas escenas de surrealismo político. El último episodio tuvo como protagonista al inefable Héctor Helí. El mimetismo político propio del oportunismo electoral ya no sorprende. En poco tiempo presenciaremos un amplio repertorio de travestismo ideológico de los mismos (personajes) con las mismas (promesas). La apuesta es con la renovación no con quienes se han perpetuados en las curules, apuntaladas con una frondosa burocracia.

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