domingo, 19 de diciembre de 2010

La trampa del subempleo

SUMAS & restas
La trampa del subempleo
Edilberto Rodríguez Araújo – Director del Centro de Estudios Económicos (CENES) de la UPTC
Uno de los fenómenos más preocupantes del mercado laboral es el subempleo. Este es una manifestación encubierta del desempleo, ya sea porque la persona considera que puede trabajar mayor tiempo, porque sus competencias laborales no son reconocidas o porque sus ingresos son insuficientes. En el mes de agosto se estimaba el subempleo en 7,3 millones de colombianos: un poco más del 38 por ciento de las personas ocupadas.
En la última medición del mercado laboral el Dane encontró que entre agosto del año pasado e igual periodo de este año el subempleo denominado subjetivo- por prevalecer la percepción del encuestado-, saltó de 29,7 a 34 por ciento, lo que significa que en este intervalo cerca de 1,2 millones adquirieron esta condición de precariedad laboral que gravita sobre bachilleres y profesionales, particularmente los más jóvenes y el género femenino, que buscan afanosamente quien los contrate con frustrantes resultados. Hoy por hoy tener un título profesional no garantiza un empleo seguro. Los desempleados y subempleados suman alrededor de 9 millones de personas.
En el trimestre junio-agosto de 2010, a pesar de la caída del desempleo en Tunja, cuya tasa descendió de 14,4 a 13,1 por ciento nivel muy similar al promedio nacional (12,8 por ciento), el subempleo se triplicó, comoquiera que se situó en 33 por ciento. La deserción estudiantil es uno de sus detonantes. Es revelador el hecho de que al finalizar agosto de este año 26.000 tunjanos se desempeñaban en trabajos temporales, ya sea en instituciones públicas, a través de las llamadas ordenes de prestación de servicios o en empresas con contratos a término fijo, en los que la intermediación la efectúan las agencias de servicios temporales o las cooperativas de trabajo asociado, que se han lucrado bajo la flexibilización laboral. Una tercera parte de los trabajadores y empleados se encuentran insatisfechos con sus ocupaciones; la escasez de oportunidades de trabajo induce la informalidad, el rebusque diario carente de seguridad social.
OTROSÍ: Recientemente el Departamento Nacional de Planeación (DNP) divulgó el escalafón de departamentos y municipios según su desempeño fiscal. Un aspecto que pasó desapercibido es que, pese a que la Gobernación de Boyacá se mantuvo durante los dos últimos años (2008 y 2009) en el puesto 10, la dependencia del presupuesto departamental de los giros del Gobierno Nacional pasó de 50,5 a 70,4 por ciento, lo que muestra un lento crecimiento de los recursos propios. A la administración municipal de Tunja no le fue mejor. Durante los últimos dos años retrocedió un largo trecho: luego de ocupar en 2008 el lugar 83 en 2009 se alejó al puesto 106, debido a un menor recaudo de ingresos, y, por consiguiente, mayor dependencia de las transferencias (54,4 por ciento). El tamaño de las vallas publicitarias es directamente proporcional al tamaño de la mediocridad institucional.
Posdata: Nada ataja el caos del tráfico en Tunja. De nada sirvió el refuerzo de la Policía a los agentes de tránsito. Cualquier partido de fútbol, cortejo fúnebre, caravana, cabalgata o competencia ciclística paraliza el tráfico, provocando trancones y accidentes aquí y allá, sin vías alternas. Los semáforos dejan de parpadear después de la 10 de la noche. Es increíble que una ciudad de 164.000 habitantes tolere costumbres pueblerinas.
Colofón: Inscritos los candidatos a la Rectoría de la UPTC, se inician las consultas estamentarias. Estas no tienen un carácter vinculante. El designado no siempre es el que ha obtenido la mayor favorabilidad. Así ocurrió con el actual Rector. ¡Esa es la democracia universitaria!

No hay comentarios:

Publicar un comentario