domingo, 19 de diciembre de 2010

Tunja: ¿una ciudad cara?

SUMAS & restas
Tunja: ¿una ciudad cara?
Recientemente divulgó el Dane su medición del nivel de precios de bienes y servicios y, contrario a lo esperado, el acumulado en lo corrido del año (2,31 por ciento), supera a la inflación con la que finalizó el 2009. En octubre la variación en los precios de la canasta familiar fue negativa situándose en -0,09 por ciento, atribuyéndole este resultado a la trepada de los precios de vivienda, salud y educación, que contrasta-¡quien lo creyera! con la merma, por quinto mes consecutivo –contrario a lo que se observa en Tunja-, en el precio de los alimentos, en el que las torrenciales lluvias e inundaciones no han hecho mella, según el Dane, en la siembra y en las cosechas. Resulta ilustrativo que uno de los renglones con mayores incrementos en ese mes fue el de las bebidas alcohólicas.
En el mes pasado Tunja fue la quinta ciudad con mayores incrementos, después de Pasto, Medellín, Pereira y Bucaramanga, con un acumulado de 1,18 por ciento ocupando el penúltimo lugar –sólo aventajada por Cúcuta en cuanto al nivel inflacionario –en el escalafón de las 24 ciudades incluidas por el Dane. Los más afectados con el aumento en los precios de la canasta familiar son los estratos ingreso bajo y medio, mientras que el alto compensa, mediante el crédito de consumo y el dinero plástico la liquidez inmediata.
De otro lado, es preocupante que el deterioro del mercado laboral en Tunja no cede. En el tercer trimestre de 2010 (julio-septiembre), la tasa de desempleo registrada (12,4 por ciento) fue casi idéntica a la encontrada en el mismo periodo de 2007: 12,6 por ciento, coincidiendo con lo transcurrido de la actual administración municipal. Quizá lo más dramático es que la tasa de subempleo (una versión del desempleo disfrazado) ascendió a 33,2 por ciento lo que contrasta con el nivel observado en 2007: 32,4 por ciento. Este guarismo se asemeja al comportamiento del desempleo y subempleo a escala nacional. Lo anterior significa que Tunja tiene 10.000 desempleados y 27.000 subempleados, equivalentes, respectivamente, al 12,5 y 33,7 por ciento de la población laboral tunjana. La carencia de oportunidades de trabajo agobia, día tras día, a muchos jóvenes. La existencia del trabajo temporal o angustioso rebusque es una azarosa búsqueda de precarias alternativas que sólo dejan desencanto y baja autoestima, puesto que la exclusión del circuito laboral genera frustración y marginalidad. Es inquietante que la política de empleo remunerado esté ausente de cualquier agenda de gobierno y los llamados “observatorios laborales” sólo sean escenarios para que algunos pocos empleados tengan “oficio”.
OTROSÍ: Es lamentable el deterioro de la malla vial de Tunja. Las flamantes megaobras de papel de la actual administración han impedido el reparcheo de las destartaladas vías. Tunja parece una ciudad destruida. La ampliación de los andenes de los andenes –en la que se invertirán $ 1.900 millones-, reduciendo el ancho de las vías, es una solución cosmética, ya que el deterioro seguirá acentuándose ante la desidia de la Alcaldía y la indiferencia de juntas de acción comunal. Capítulo aparte son las vías internas de las zonas residenciales que se han retrotraído a los caminos de herradura. No se puede culpar al Alcalde, pues, no ha hecho nada…

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